En el PLRA la conduccion a cargo de Hugo Fleitas y un sector importante están absolutamente en contra de la posibilidad de prorrogar el mandato a intendentes y concejales municipales por su clara ilegitimidad y porque esta situación solo favorecería a los colorados en el ejercicio del poder.
Sin embargo el Nuevo Liberalismo, que lideran el gobernador de Central, Ricardo Estigarribia y el presidente de la Coordinadora de Intendentes Liberales, Alcides Riveros ( intendente de Fernando de la Mora) estarían de acuerdo con esta posición de los colorados, e incluso estarían prometiendo la prórroga a los intendentes y concejales para sumarlos al nuevo equipo.
Pero como en política, uno más uno no es dos, también están los que están esperando ansiosos el 2026 para candidatarse, y son ellos los que no ven con buenos ojos esta propuesta.
Pero para que no haya dudas, el presidente Hugo Fleitas y una mayoría importante del Directorio no acompañan esta propuesta y el Partido se pronunciara institucionalmente sobre el tema en una próxima sesión.
Copamiento
El deseo de la unificación de las elecciones municipales con las nacionales que proponen concejales municipales del oficialismo a lo que se sumarian aparentemente los intendentes del sector, es una idea que a priori resultaría inaplicable y que de ocurrir sería la consumacion del proyecto de copamiento y atropello que trata de imponer el cartismo.
Esta intencion tendria inconvenientes tanto políticos como jurídicos, y uno de los primeros escollos a superar sería la modificación del artículo 154 del Código Electoral, que habla de la existencia de dos periodos electorales, las Municipales y las Presidenciales,, con lo que las elecciones deben hacerse con un lapso de 30 meses.
Aparte de esto, las autoridades municipales fueron electas por 5 años, hasta el 2026, y si bien existe un precedente de prórroga del mandato por pandemia, este caso no sería igual, pues se unificaria en uno el periodo electoral.
Sin entrar a discutir la legalidad de la decisión, no caben dudas de que prorrogar un mandato establecido por ley restaría legitimidad a los mismos una vez fenecido el plazo para el que fueron electos.
Como si todo fuera poco también es discutible el artículo constitucional de la irretroactividad de las leyes, es decir, aunque se modifique el plazo de mandato de los intendentes, debería regir para los electos con esa regla de juego.
Finalnente, mezclar los intereses locales con los nacionales no traería buenos resultados, pues la elección de autoridades locales debería responder a los intereses de cada comunidad, que no siempre son iguales a los proyectos nacionales.
En caso de darse esta unificación, sin ninguna duda, cada proyecto político nacional tendrá en las bases una candidatura municipal, que dejando de lado el interés local priorizara su pertenencia al equipo nacional a la hora definir las candidaturas.
Los argumentos de un supuesto ahorro para el Estado no son suficientes para justificar semejante decisión, pues es necesario evaluar si ese ‘ahorro» no nos hará pagar un costo político más elevado, como por ejemplo la posibilidad de que el gobierno actual con su poderio económico pueda distorsionar las elecciones locales y lograr su objetivo de pintar de rojo la mayoría de los municipios del país.