Durante el tercer día del novenario de la Virgen de Caacupé, el cardenal Adalberto Martínez desnudó otra de las realidades del Paraguay. El arzobispo reprochó la inoperancia de los gobernantes y las precariedades del sistema de salud.
El arzobispo de Asunción, cardenal Adalberto Martínez, reprochó esta mañana las injusticias en la que está sumido el pueblo paraguayo. Inició cuestionando que Paraguay es una tierra rica, que produce alimento para el mundo, pero que más de 400.000 paraguayos que pasan hambre, según estadísticas oficiales.
“Nuestros hermanos más pequeños sufren graves privaciones, pasan hambre, pasan sed y si permanecemos indiferentes ante esta situación el Señor nos dirá, tuve sed y me dieron el vinagre de la indiferencia”, mencionó.
El cardenal también denunció que la ciudadanía debe depender de las rifas y hamburgueseadas para costear gastos de salud.
“Esto implica que los enfermos y sus familias pasan un verdadero calvario. Frente a las carencias y la falta de respuesta de los responsables públicos. Se ha normalizados que los problemas de salud se resuelvan con actividades solidarias de los vecinos”, expuso el religioso.