En Mauritania, la mujer bella es la que está gorda. Muchas son obligadas a ganar peso para ser consideradas hermosas y aptas para el matrimonio. La fotógrafa Carmen Abd Ali reproduce con esta serie fotográfica los testimonios de las víctimas de esta práctica.
1- Una muchacha con la boca cubierta de comida. Tradicionalmente, las jóvenes eran alimentadas a la fuerza por sus mayores antes del inicio de la pubertad porque la obesidad era símbolo de opulencia y buena salud. Las chicas se casaban muy pronto y si a los 12 años no estaban preparadas, no podían encontrar marido. Aunque la práctica de la alimentación forzosa va desapareciendo, los criterios de belleza ligados al sobrepeso siguen arraigados en gran parte de la población mauritana.
2- Los molletes de los brazos se suelen considerar un signo de belleza. En la cultura árabe mauritana, el brazo tiene una dimensión erótica y sexual, ya que es una de las pocas partes del cuerpo que se puede descubrir a través de la ‘melhfa’ (el velo mauritano). Dejarlo visible puede ser considerado una invitación a la intimidad y la seducción. Un brazo rollizo es un indicio de atractiva corpulencia.
3- Cuenco tradicional con ‘nche’, las típicas gachas hechas de leche y harina de trigo o de mijo. Todavía hoy, si una chica delgada no está casada a los 25 años, las personas de su entorno echan la culpa a su delgadez, que los hombres no pueden considerar atractiva.
4- Una joven con la tradicional ‘mehlfa’, también llamada ‘nila’ (de color negro o índigo, que debe protegerla del calor y la luz del sol) escupe sémola de mijo tras ser obligada a comerla en grandes cantidades. Algunas jóvenes cuentan que, a veces, si se negaban a comer lo que les habían preparado, les pegaban o les escupían a la cara.
5- En la tradición mauritana se torturaba físicamente a las jóvenes para obligarlas a comer y ganar peso. Entre otras costumbres, a las mujeres les ponían grandes tobilleras. Hasta que las muchachas no llenaban el diámetro deseado, no estaban listas para el matrimonio. Luego seguían atiborrándolas hasta que alcanzaban las formas esperadas. Actualmente, las mentalidades están cambiando y los hombres ya no buscan mujeres obesas, pero inconscientemente el sobrepeso sigue considerándose un criterio de belleza.
6- Representación artística de una joven obligada a tomar grandes cantidades de leche.
7- Una joven controla su aumento de peso. Si bien no hay un «peso ideal», las jóvenes no parecen satisfechas si no alcanzan al menos los 70 kilos. Algunas chicas todavía cuentan que, para poder casarse, sufren la presión de su familia, pero también la de su marido, para el cual contraer matrimonio con una mujer obesa es motivo de orgullo. Las consecuencias psicológicas para ellas pueden ser muy peligrosas.
8- Bote de frutos secos como los que se venden en las tiendas de alimentación de Nuakchot, pensado para ganar peso. En la actualidad, algunas jóvenes de las ciudades buscan soluciones naturales, sobre todo en las tiendas marroquíes, para ganar peso por su cuenta. Las mezclas o pastas de frutos secos con miel son uno de los alimentos codiciados para engordar rápidamente.
9- El consumo de jarabes vitamínicos vendidos en farmacias, cuya función es aumentar el apetito, es corriente en la capital mauritana. Combinados con una dieta copiosa y a veces con otras sustancias químicas, su uso excesivo y prolongado permite un aumento de peso extremadamente rápido y abundante. Uno de los jarabes utilizado es Apetamin, cuya venta es ilegal en muchos países debido a sus efectos secundarios: somnolencia, mareos, temblores, visión borrosa, toxicidad e insuficiente hepática, entre otros.
10- Una mujer peinada, vestida y adornada para su boda, con los brazos rollizos. Si a los 20 años una chica no está al menos gordita, se considera que no es responsable ni adulta y, por lo tanto, tampoco apta para el matrimonio. Estar gorda es sinónimo de ser una mujer. Como se las anima a que adquieran volumen siendo muy jóvenes, pueden parecer mucho mayores. Por ejemplo, puede que una chica ya esté casada a los 13 años porque parece que tiene 20.
Fuente: elpais.com