Noelia Leguizamón relató que su exnovio la agredió varias veces cuando estaba ebrio o drogado y decidió hacer una denuncia luego de que casi la mató.
En octubre el mismo fue enviado a Tacumbú, pero este martes ella se enteró de que le dieron prisión domiciliaria.
«No me notificaron y tampoco a mi abogado que le otorgaron la prisión domiciliaria», reclamó y añadió que se siente desprotegida y la responsabiliza al juez de lo que le pueda pasar.
Comentó que su agresor no tiene tobillera electrónica y que está ahora en la casa de su padre, que queda a 200 metros de donde ella vive, es decir, no se cumple con la restricción de estar a 500 metros alejado.
«Las personas que debían protegerme no existen y tengo pruebas que cuando él estaba en la cárcel me mandó decir que cuando salga me iba a destruir la vida», dijo muy temerosa la mujer.