Un Boeing 787 aterrizó en la Antártida por primera vez, en un vuelo que llevó científicos y suministros a la Estación de Investigación Troll. La misión del avión de Norse Atlantic marca un avance significativo en la exploración antártica.
Norse Atlantic Airways aterrizó un Boeing 787 Dreamliner en condiciones bastante diferentes a las habituales el miércoles último. El destino: la Antártida. La pista de aterrizaje: una “pista de hielo azul” de 3.000 metros de largo y 60 metros de ancho, esculpida en nieve y hielo.
El Dreamliner aterrizó en el aeródromo Troll el miércoles poco después de las 2 de la madrugada, bajo la luz del sol, ya que en este momento es verano en el hemisferio sur. Es la primera vez que un Dreamliner ––un avión de fuselaje ancho que puede transportar hasta 330 pasajeros, dependiendo el modelo–– llega al sexto continente.