“Usted quiere prohibir todo lo que no le gusta, senadora”, sentenció la legisladora liberal Celeste Amarilla hacia su colega colorada Lizarella Valiente.
En cambio a mí lo que no me gusta, no miro y le inculco a mis hijos lo que yo quiero inculcarle. Continuó diciendo Amarilla.
“Aprenda a ser libre,aprenda a respetar la libertad; pero qué es eso que dijo recién… “se tiene que analizar el contenido de lo que va a hablar un médico psiquiatra”, pero usted quien es analizar nada, ni nosotros…” reprochaba la parlamentaria del PLRA.
La senadora Lizarella Valiente, propuso analizar lo que van a estar comentando unos 70 expositores extranjeros. “Ellos pueden hablar absolutamente de lo que quieren, van a cobrar entrada y será en un lugar privado, el que quiera ir a escucharle, que paguen y vayan a escucharle” finalizaba Amarilla.
“Eso es libertad de expresión, es ciencia. Pero por favor, me da vergüenza de lo que la comunidad internacional piense de nosotros. Nunca este Senado se expuso a tal humillación”.
Ni Stroessner se animó a tanto. ¿Qué le vamos a perdir?, ¿la charla de los 70 y acá la senadora Lizarella va a analizar qué parte puede decir y que no?, pero ubíquese señora. Fulminó a su colega que lucha por la vida y la familia paraguaya.
“Usted ha dado peores ejemplos que estos psiquiatras” finalizó, Celeste.

