El senador nacional Rafael Filizzola habló del informe de gestión presentado por el presidente Santiago Peña, tras asistir al acto formal y constitucional del Congreso, donde el mandatario rindió cuentas. En primer lugar, subrayó la importancia de que los representantes del pueblo estén presentes para escuchar y responder a las necesidades ciudadanas.
«Para una respuesta con propiedad, hay que ir a escuchar», afirmó el senador durante la entrevista. Sin embargo, el legislador también reconoció la decisión de un grupo de colegas que optó por no asistir como señal de protesta, considerándola un recurso legítimo dentro de la democracia.
Por otra parte, Filizzola fue crítico con el tono del mensaje presidencial, describiéndolo como inusualmente sectario. «Nunca escuché un mensaje con palabras tan sectarias, como el de ayer. Normalmente, los mensajes presidenciales suelen ser sobrios, en lo político», señaló, destacando la necesidad de un equilibrio.
«En una democracia existe un Gobierno que tiene que hacer su trabajo y una oposición que está para señalar aquellos hechos que consideran equivocados», añadió.
En el ámbito económico, el senador expresó preocupación por la baja presión tributaria del país, que ronda el 11.5% del PIB, lo que limita la capacidad de financiar un presupuesto con altos gastos rígidos, pagar la deuda y, al mismo tiempo, invertir en lo social. «Con 11.5% de presión tributaria no te da un presupuesto, con tanto gasto rígido, para pagar la deuda y aparte para invertir en lo social», advirtió, añadiendo que, pese a mejoras en la recaudación por parte de la Dirección Nacional de Impuestos Internos (DNIT), el aumento de la deuda supera el crecimiento de los ingresos tributarios.
La entrevista también tocó aspectos de la gestión gubernamental, como la falta de planes de caja en algunos ministerios y la controversia sobre el orden de las prioridades del presidente, quien, según Filizzola, ha priorizado rendir cuentas a su partido antes que al Congreso.
«Yo mismo me sentí molesto por esta nueva costumbre que tiene de dejar al Congreso en segundo lugar, ir primero al partido y después al Congreso. Lo lógico es que sea al revés», criticó, aunque reconoció el derecho del mandatario a informar a su partido.
Finalmente, el senador anticipó que diversos sectores presentarán sus observaciones al informe presidencial, abriendo un espacio para el debate democrático.

