Lo que debía ser un trámite rutinario terminó en una pesadilla para Marta Elizabeth Maidana de Martínez, una mujer de 63 años, docente jubilada y autora de libros, que fue detenida al intentar renovar su cédula en San Lorenzo.
Al presentarse en el Departamento de Identificaciones, le informaron que tenía una orden de captura vigente por un caso de invasión de inmueble en Villarrica. Sin explicación alguna, fue esposada, encapuchada y trasladada a la Comisaría 1ª.
Tras una revisión del expediente, su familia descubrió que la fiscala Noelia Soto había imputado “a ciegas” a dos mujeres con el mismo nombre, sin verificar sus documentos. Una de ellas, Marta Elizabeth Maidana (sin el “de Martínez”), vivía en Villarrica y era la verdadera sospechosa.
A pesar de las pruebas de su inocencia, el comisario Óscar Cuevas Belotto se negó a liberarla, ignorando la orden del Ministerio Público. Marta pasó más de 13 horas detenida injustamente, hasta que finalmente fue liberada por disposición judicial.
Este caso deja al descubierto la grave negligencia y descontrol dentro del sistema judicial paraguayo, donde una simple coincidencia de nombres puede llevar a una persona inocente a la cárcel.

