Dos granadas de mortero halladas en diferentes puntos de la ciudad de Concepción en el último mes despertaron preocupación y curiosidad entre los pobladores. Expertos e historiadores coinciden en que se trataría de explosivos utilizados durante la Revolución de 1947, que permanecieron ocultos por más de siete décadas.
El primer hallazgo ocurrió en el asentamiento San Miguel, cuando un grupo de niños encontró un objeto metálico pesado y extraño mientras jugaba. No era un simple trozo de chatarra: se trataba de una granada de mortero con espoleta activa.
Días después, en la ribera del barrio San José Olero, a orillas del río Paraguay, otros niños que pescaban extrajeron del agua una segunda granada, envuelta en hule negro, como si alguien hubiera intentado ocultarla.
Ambos casos fueron reportados al Sistema 911. Especialistas de las Unidades Tácticas Policiales retiraron los artefactos y los detonaron de forma controlada en la sede de la Policía de Concepción y la Base Aérea local.
Testigos del pasado
El historiador concepcionero Dr. Rodrigo Cardozo Samaniego explicó que estos explosivos corresponderían a granadas de mortero de 60 o 66 mm, utilizadas como bombas aéreas lanzadas manualmente desde aeronaves livianas como los PT-19 Fairchild.
El ingeniero Rafael Mariotti, especialista en armamento histórico, indicó que presentan gran similitud con el modelo Stokes Brandt de 81 mm, usado en la Guerra del Chaco y reutilizado en la guerra civil de 1947.
En aquel año, Concepción fue blanco de al menos tres bombardeos aéreos. Dos estuvieron dirigidos contra posiciones revolucionarias dentro de la ciudad por fuerzas leales al Gobierno. El tercero, ocurrido el 28 de julio, impactó en zonas pobladas y provocó víctimas civiles, según el Comunicado N° 104 del Gobierno revolucionario.
Aunque los recientes hallazgos no dejaron heridos, devolvieron a la memoria uno de los capítulos más oscuros de la historia nacional y recordaron que, bajo tierra y agua, aún descansan peligros latentes de aquel conflicto.

