La Superintendencia de Salud clausuró 45 entidades médicas en Alto Paraná por no contar con la documentación requerida, tras fiscalizar 292 centros en el marco del operativo Ñemboty, liderado por el superintendente Roberto Melgarejo.
La inspección detectó diversas irregularidades: 66 centros presentaron infracciones de segundo grado, 73 estaban cerrados durante la verificación, 49 contaban con registros vigentes, 28 no eran competencia de la institución, 8 no operaban, 21 no se encontraban en la dirección declarada y 2 registraron reincidencia.
La acción busca garantizar servicios médicos confiables y seguros para la población, resaltando la necesidad de cumplir con las normativas sanitarias. Las clínicas clausuradas deberán regularizar su documentación para retomar operaciones, un proceso que podría afectar la atención médica en la región.
La Superintendencia enfatizó que estas medidas protegen a los ciudadanos, asegurando que solo los centros habilitados puedan operar, y exhortó a los establecimientos clausurados a cumplir con los requisitos legales cuanto antes.

