En una colaboración entre la NASA y la ISRO se realizó un “ juego de ping pong” con láser en la luna. en diciembre la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA apuntó con su instrumento LOLA al módulo lunar Vikram de ISRO ( el primero en aterrizar en el polo sur de la luna ) para luego ver como los rayos láser rebotaban en el retroreflector de la NASA que habían sido instalados en el Vikram.
Pese a la sencillez del experimento, este marca la primera vez que una nave espacial en movimiento ha emitido y captado el reflejo de un láser en una nave estacionada sobre la superficie lunar. La sonda estadounidense viajaba a más de 5.700 kilómetros por hora a 100 km de altitud cuando pasó por el aterrizador indio.
LOLA es un altímetro láser a bordo de la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter.
Para medir la distancia entre el orbitador lunar y la superficie de la misma. disparando pulsos láser al suelo para calcular cuanto tarda la luz en rebotar.
Hasta el momento del experimento LOLA se había utilizado principalmente para mapear la tipografía lunar. Este experimento abre la puerta a un nuevo tipo de localización de precisión para naves en la superficie lunar. Permitiendo precisión de hasta centímetros.
La tecnología de retroreflectores es una bien conocida, utilizada para medir la distancia entre la tierra y la luna durante el apogeo de la correa espacial. Los estadounidenses instalaron tres en las misiones Apolo y los soviéticos dos a bordo de sus rover Lunokhod, que aportaron valiosos datos sobre la dinámica lunar y la relatividad general.
Se puede verificar la existencia de estos reflectores apuntando un láser ( mínimo 200 megawatts para poder observar de forma visual el retorno) de potencia a las ubicaciones.
Apolo 11: 0,67337º N, – 23,47293º E
Apolo 14: 3,64421º S, – 17,47880º W
Apolo 15: 26,13333º N, – 3,62837º E
De haberse apuntado con precisión se podrá observar el retorno del láser en aproximadamente 2.5 segundos
Los láser también suelen ser utilizados para guiar los satélites en órbita terrestre. Sin embargo, el experimento indo-estadounidense es una novedad.
El módulo indio Vikram y el rover Pragyan que lo acompañaba dejaron de funcionar en septiembre, pero el retroreflector de la NASA que llevaba el aterrizador a bordo, de solo 5 cm de ancho, no necesita energía para funcionar.
Compuesto de ocho prismas de cuarzo y un marco de aluminio en forma de cúpula. hecho para reflejar la luz de vuelta a su fuente desde cualquier dirección, diseñado para durar décadas sin mantenimiento.
Otro módulo similar está en la nave SLIM aterrizada por la JAXA, la agencia espacial japonesa .