Las autolesiones, también conocidas como síndrome de cutting, son conductas intencionales y autodirigidas que implican algún tipo de daño y destrucción inmediata de los tejidos corporales, así como la formación de heridas.
Este tipo de conductas suele comenzar en la adolescencia, generalmente entre los 12 y 15 años, aunque pueden presentarse en edades más tempranas o tardías.
Los adolescentes son especialmente vulnerables a sufrir enfermedades mentales, y si estas comienzan en esta etapa de su desarrollo, pueden resultar más peligrosas. Por ello, es fundamental la prevención y la observación de su estado de ánimo en este período tan complicado.
Los adolescentes se autolesionan por diversos motivos, siendo la mayoría de las veces un intento de detener o interrumpir una emoción intensa, incontrolable y difícil de tolerar.
Entre los factores psicológicos predisponentes:
Abuso físico o sexual, negligencia física o emocional y condiciones familiares disfuncionales durante la infancia y adolescencia.
En muchos casos, las autolesiones son consecuencia de una mala regulación emocional. Los adolescentes no han aprendido a manejar sus emociones de manera adecuada y carecen de herramientas para afrontar esos sentimientos de una forma más adaptativa.
Las autolesiones pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, aunque suelen localizarse en los antebrazos, los muslos y el abdomen. No debemos olvidar que intentan ocultar estas conductas de los demás y sienten una profunda vergüenza; por ello, algunos adolescentes se realizan cortes o quemaduras en áreas más ocultas del cuerpo.
Es vital que los padres dediquen al menos una hora a la semana para hablar con sus hijos sobre sus emociones, creando un espacio seguro donde puedan expresarse sin temor a ser juzgados.
Fátima Román, cantante y futbolista, y el presentador Rubén “Junior” Rodríguez han conmocionado a sus seguidores al compartir una emotiva y apasionada declaración de...