La fiscala Rocío Celeste González imputó al futbolista paraguayo y nacionalizado ecuatoriano, Francisco Silva, por el hecho de violencia familiar. El hombre fue denunciado por su esposa, quien afirma que fue víctima de golpes y maltratos verbales y sicológicos por más de 10 años.
El Ministerio Público también pidió la prisión preventiva del imputado y solicitó unos cuatro meses de plazo para formular el requerimiento conclusivo en la causa.
De acuerdo con los antecedentes, la denuncia se radicó después del 28 de octubre pasado, cuando la mujer fue víctima de una nueva agresión por parte de su pareja.
Según el acta de imputación, abordó el automóvil, presuntamente, el hombre ya comenzó a propinarle varios golpes en la pierna izquierda y luego le dio una brutal golpiza en el ojo.
En ese ínterin, la víctima comenzó a gritar, mientras que Silva aceleró la marcha e ingresó a una estación de servicios. En el lugar, el supuesto agresor le dijo que era su oportunidad de escapar y que podía irse si quería.
La mujer salió del rodado, pero el sindicado a la fuerza la hizo volver a ingresar al vehículo. Minutos después, la denunciante volvió a bajar y aprovechó para pedir ayuda a las personas que se encontraban en el lugar.
En el 2018 ya había protagonizado un caso judicial, debido a que un juez de Paraguay solicitó una orden de captura internacional en su contra, mientras se encontraba en Ecuador. En relación con el supuesto incumplimiento de pago de pensión alimenticia a uno de sus hijos, cuya cuota mensual era de G. 1.250.000.