Plantea que aunque la IA puede incrementar significativamente la productividad, la misma tecnología podría amenazar empleos si no se generan nuevas ideas o innovaciones en las industrias.
Huang ve la clave para evitar una pérdida masiva de empleos en la capacidad de las empresas para seguir siendo creativas y generar nuevas formas de trabajo que aprovechen las ventajas de la IA sin reemplazar completamente a los trabajadores humanos.
En otras palabras, si las empresas se enfocan solo en aumentar la eficiencia sin explorar nuevas oportunidades, podríamos enfrentarnos a una pérdida de empleos generalizada.
Por otro lado, Dario Amodei de Anthropic alerta que la IA podría eliminar gran parte de los trabajos de oficina y elevar el desempleo de manera considerable en los próximos años. La combinación de opiniones sobre el impacto de la IA refleja una división de perspectivas entre quienes ven el progreso tecnológico como un reto para la economía y quienes creen que puede traer consigo una transformación que permita una mejora general en las condiciones laborales y productivas.