Realizarán peritaje a los celulares de los padres porque aparentemente los mismos se intercambiaban mensajes, audios e imágenes de los castigos a lo que sometían a sus hijos.
La fiscalía indica que los padres estaban todo este tiempo prófugos desde el 4 de diciembre, mientras que la Policía Nacional dice que ellos se encontraban en su casa e incluso la madre estaba con su hija de 5 años en el hospital.
Los presuntos autores justificaron no haber escuchado los gritos de los niños, pero los vecinos sí lograron escuchar y fueron ellos quienes auxiliaron a los menores.
Se maneja que en la propiedad de los sindicados operaba un lavadero de vehículos, por lo que se presume que el tambor con el producto químico era utilizado para tal trabajo. La Policía no descarta que el liquido en donde metían a los menores sea soda caustica o cloro.
