El monte Fuji, el pico de 3.776 metros convertido en símbolo nacional y que desde 2013 es reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pese a que subir hasta la cima del monte no es algo que cualquiera tiene las capacidades de lograr, Japón ve desde hace años como sufre los efectos de una turistificación descontrolada.
Que se traduce en hordas de visitantes, toneladas de basuras y llamadas de rescates que sufren los efectos de la altura o hipotermia
«Esto es como Disneyland, hay demasiada gente» . Japón va a poner un alto al alto flujo de gente que quiera ascender el monte Fuji, para esto decidieron cobrar por subir, empezando en la época de escalada el próximo verano.
La política que han decidido aplicar a partir de ahora las autoridades japonesas es exigir un peaje de 2.000 yenes, unos 12,3 euros, a quienes quieran ascender al Fuji desde el sendero Yoshida. se estima que el 60% de los escaladores optan por este sendero
Para aquellos que no desean pagar podrán optar por otras tres rutas localizadas en la prefectura vecina de Shizuoka y que, al menos de momento, siguen siendo gratuitas.
Hasta ahora a los escaladores se les pedía únicamente una donación de 1.000 yenes (6,14 euros), una aportación voluntaria y con la que no todos cumplían.
No todo el mundo la paga y eso me entristece. Debería haber una tarifa de acceso obligatoria mucho más alta para que solo vengan visitantes que realmente aprecien el patrimonio del Fuji»
“Mantener bajo control el número de escaladores es una tarea urgente, ya que experimentamos una masificación” declaraba el gobernador de Yamanashi, Kotaro Nagasaki .
Solo en el verano pasado el monte atrajo a más de 220.000 escaladores , otras fuentes apuntan a que anualmente alcanzaron los 5,1 millones de escaladores entre 2012 y 2019, traduciéndose en hordas de turistas y problemas ocasionados con esto. Tanto para la montaña como para las autoridades locales encargadas del mantenimiento y conservación.
El otro gran problema que esto acarrea son las toneladas de basura, el flujo constante de turista que ejercen sobre el entorno natural e incluso las instalaciones médicas
«El exceso de turismo, y todas las consecuencias posteriores, como la basura, aumento de emisiones de CO2 y excursionistas imprudentes, es el mayor problema que enfrenta el Fuji», También se suelen ver atascos en los senderos lo que a su vez trae el descontento entre los escaladores.
En 922 actividades para limpiar los alrededores que se realizaron entre 2004 y 2018 se retiraron 850 toneladas de desperdicios , en 2023 empezaron a usar biciclos eléctricos y cámaras especiales para controlar la basura.