Una influencer argentina que se hacía llamar “Vikinga del Paraná” desató una fuerte ola de indignación en la red social X luego de publicar un mensaje considerado ofensivo y discriminatorio hacia las mujeres paraguayas. La frase, que rápidamente se viralizó por su contenido agresivo, provocó un rechazo masivo y obligó a la usuaria a eliminar el posteo ante la presión de los internautas.
Lejos de calmarse, la reacción creció con fuerza. Miles de usuarios comenzaron a reportar su cuenta por xenofobia y discurso de odio, lo que terminó con la suspensión de su perfil en la plataforma. El episodio se convirtió en tema de debate en redes, donde muchos reclamaron sanciones más firmes frente a este tipo de expresiones.
La situación continuó en otras plataformas. La influencer fue identificada en Instagram bajo el nombre de Cari Herrlein y, ante el temor de sufrir nuevas denuncias, decidió poner su cuenta en modo privado. El caso volvió a poner sobre la mesa la discusión sobre la responsabilidad en el uso de las redes sociales y las consecuencias de los mensajes discriminatorios.