El Coliseo de Roma reabrió al público el misterioso pasillo subterráneo utilizado por el emperador Cómodo el mismo que inspiró al antagonista de Gladiator tras un minucioso trabajo de restauración.
Construido entre los siglos I y II d.C., el corredor conectaba el palco imperial con la entrada sur del anfiteatro, permitiendo a los emperadores ingresar sin ser vistos. Este espacio, de uso exclusivo para la élite romana, conserva restos de relieves dedicados a Eros, Dionisio y Ariadna, y ahora puede recorrerse con apoyo de una guía digital mediante código QR.
El pasadizo, atribuido a Cómodo (reinó entre 180 y 192 d.C.), fue escenario de un intento de asesinato contra él y posteriormente de su leyenda, consolidada por la interpretación de Joaquin Phoenix en la película de Ridley Scott.
La reapertura —celebrada por las autoridades italianas como “un logro significativo en la valorización del patrimonio histórico”— incluye nueva iluminación y accesibilidad para grupos reducidos de visitantes.

