Inicio Actualidad «Nace el Mausoleo tras en Paraguay»

«Nace el Mausoleo tras en Paraguay»

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La activista de derechos humanos Yren Rotela impulsa una iniciativa sin precedentes en Paraguay: un mausoleo comunitario destinado a personas trans asesinadas, fallecidas en situación de abandono o sin apoyo familiar. Sin ayuda estatal, lo construye a pulmón para garantizar una muerte digna a quienes en vida fueron marginadas.

La historia de lucha de Yren Rotela no se detiene con la vida: también abraza la muerte. En una emotiva entrevista en Micrófono Rojo, la activista relató cómo, desde Casa Diversa, decidió encarar la construcción de un mausoleo trans en Juan Augusto Saldívar. La obra busca dar un espacio digno de despedida y descanso a aquellas personas trans que mueren sin familia, olvidadas por el sistema y expulsadas por sus propios entornos.

“Muchas compañeras mueren sin que nadie las vele, sin un cajón, sin siquiera un lugar donde se pueda recordar quiénes fueron. Pensamos en eso y dijimos: merecemos también una muerte digna”, expresó Yren.

El proyecto nació luego de que Casa Diversa tuviera que hacerse cargo del sepelio de varias compañeras trans fallecidas, cuyas familias las habían abandonado. En uno de los casos más recientes, los familiares aparecieron únicamente para vaciar su vivienda, llevándose todas sus pertenencias sin aportar siquiera para el cajón. Esta dolorosa realidad motivó a Yren a adquirir un terreno –que luego donó a la organización– para levantar allí un mausoleo que ya alberga tres cuerpos y tendrá capacidad para al menos diez.

Lucha sin respaldo estatal
La activista señaló que no recibe ningún tipo de apoyo del Estado paraguayo, ni para este proyecto ni para sostener el albergue donde actualmente conviven 15 personas trans en situación de vulnerabilidad, consumo problemático o abandono. Todo se sostiene con autogestión, pequeñas donaciones y el trabajo que realizan en peluquería, costura y formación laboral.

“No me da vergüenza decir que si tengo que vender empanadas, lo haré. Lo importante es que nuestras compañeras tengan dónde descansar, y nuestras muertas, quién las recuerde”, afirmó.

Yren también apuntó contra la violencia estructural del sistema de salud, que muchas veces empuja a la automedicación y al abandono de tratamientos por miedo a la discriminación. En más de una ocasión, explicó, las compañeras mueren por falta de atención adecuada, y cuando fallecen, ni el Estado ni sus familias se hacen cargo.

La otra lucha: la dignidad en vida
A pesar de todos los desafíos, Yren sigue apostando a la esperanza. Es estudiante, activista y promotora de derechos humanos. En Casa Diversa se capacita a personas trans, se las acompaña en procesos de recuperación de adicciones y se brinda contención integral.

“A veces me pregunto cómo sigo. Yo no tengo herencias, todo lo que tengo lo construí con trabajo y fe. Hoy disfruto del amanecer, del atardecer, eso es mi tesoro más grande”, confesó emocionada.

Finalmente, lamentó que, a casi 40 años de democracia, el Estado paraguayo siga sin garantizar derechos básicos a las personas trans, como el reconocimiento legal de las parejas, protección patrimonial o acceso laboral real. Sin embargo, destacó que la sociedad civil ha dado algunos pasos: «Hoy algunas familias ya no abandonan, acompañan. Y eso también es una forma de avanzar».

Entrevista completa en: https://youtu.be/9ayhZs7l0Yw?si=QYp4WGANT6i3CnWi

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