Los cinco son cardenales conservadores: Walter Brandmuller, Raymond Leo Burke, Juan Sandoval Íñiguez, Robert Sarah y Joseph Zen Ze-kiunque; retomaron su carta del 10 de julio con una serie de preguntas formales, llamadas «dubia» (en latín, «duda»).
La carta se centró en el próximo Sínodo, una reunión de obispos católicos que actúan como consejo asesor del pontífice, del 4 al 29 de octubre y en el impacto que podría tener en las enseñanzas de la Iglesia, así como en preguntas sobre la intención del papa de bendecir el uniones de personas del mismo sexo, y si tiene la intención de abrir la puerta a las mujeres sacerdotes a través de la ordenación.
Sobre la cuestión de las uniones homosexuales, el pontífice reiteró que la Iglesia sólo reconoce el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, pero abrió la puerta a las bendiciones de individuos en uniones entre personas del mismo sexo, según la carta.
En marzo, el papa dijo que la Iglesia no podía bendecir las uniones entre personas del mismo sexo porque “no podían bendecir el pecado”.
El último acontecimiento parece ser un guiño a una decisión tomada por la Iglesia alemana en marzo y llevada a cabo en agosto, en la que las uniones entre personas del mismo sexo recibieron una bendición católica por parte de varios sacerdotes en la ciudad de Colonia.