El expresidente Horacio Cartes, actual titular de la ANR, realizó declaraciones desde Israel que han generado confusión y polémica. En un discurso ambiguo y desordenado, mencionó planes para la distribución de agua en el Chaco, un asunto que, formalmente, no le compete, ya que no ocupa ningún cargo en el gobierno de Santiago Peña.
Sus palabras, lejos de aclarar su rol, refuerzan la percepción de que sigue teniendo una influencia significativa en la administración actual. “Estamos ya trazando los planes para el Paraguay en todas las áreas posibles, aparte de agua, que tenemos agua que queremos llevar hasta el Chaco”, afirmó, sugiriendo que participa activamente en la toma de decisiones gubernamentales.
Cartes, empresario con intereses en diversos sectores, se autoproclamó “especialista en el tratamiento de agua”, sin que se conozcan antecedentes que respalden esa afirmación. También mencionó temas de educación y desarrollo, aunque su discurso careció de claridad.
La falta de comunicación oficial desde la Presidencia de la República sobre su rol en estos temas deja muchas preguntas abiertas: ¿habla Cartes en nombre del gobierno? ¿Por qué se atribuye funciones que corresponden a las autoridades electas? Su protagonismo, sumado a la cercanía con Peña, sigue alimentando la percepción de un poder en la sombra que trasciende los límites formales de la política paraguaya.