Miembros de la Policía Federal de Brasil fueron atacados con fusiles y granadas este domingo, cuando cumplían la orden de captura contra el exdiputado Roberto Jefferson en su domicilio en el estado de Río de Janeiro, en el sur del país.
«No me voy a entregar porque me parece absurdo. Basta, ya me cansé de ser víctima de la arbitrariedad», aseguró el exdiputado en un video grabado por él mismo durante la operación policial.
Tras resistirse al arresto por horas, Roberto Jefferson, quien es aliado del presidente Jair Bolsonaro, terminó por entregarse.
Karina Oliveira, una agente de la policía, y el diputado Marcelo Vilella resultaron heridos después de que Jefferson lanzara granadas para evitar a la captura.
El presidente Jair Bolsonaro le ordenó al ministro de Justicia, Anderson Torres, viajar a Río de Janeiro para ponerle fin a la crisis y aseguró que aquellos que dispararon contra la policía deberían ser arrestados.