Trabajadores y jubilados que se manifestaban frente al Congreso, fueron reprimidos, agredidos y detenidos por las autoridades.
Los autoconvocados habrían derribado una valla puesta por la Policía Nacional en inmediaciones del Congreso, donde se llevaba a cabo la Sesión Extraordinaria.
Varios de ellos fueron agredidos brutalmente por uniformados; algunos fueron esposados y puestos en las veredas; así también, otro grupo fue llevado en patrullera.