Una megaoperación policial contra el narcotráfico en favelas de Río de Janeiro terminó en tragedia: al menos 64 personas murieron, entre ellas 4 agentes de la Policía Civil.
Según las autoridades brasileñas, el operativo —en el que participaron 2.500 efectivos y que fue planificado durante más de dos meses— marcó la culminación de una investigación de un año destinada a frenar la expansión de uno de los grupos criminales más poderosos del país.
Durante los enfrentamientos, se registraron tiroteos prolongados en varias zonas de la ciudad, y 81 personas fueron detenidas, presuntamente vinculadas a la organización criminal.
Sin embargo, aún no está claro cuántos de los fallecidos eran miembros del grupo y cuántos civiles quedaron atrapados en el fuego cruzado.
Con este saldo, la operación se convierte en la más mortífera en la historia reciente de Río de Janeiro, superando la de 2021, que dejó 28 muertos, entre ellos un policía.
La tragedia reabre el debate sobre los métodos policiales en Brasil y la violencia estructural que sigue azotando las comunidades más vulnerables.